Todas sabemos lo importante que es pero, seamos francas, aún somos reticentes a incluirla oficialmente en nuestra rutina semanal de belleza. Hablamos de la exfoliación, la cuenta pendiente de muchas mujeres que viven ajenas a su poder de transformación de la piely que solamente recurren a ella algún domingo por 'entretenerse'.
Pues no, hay que tomárselo en serio, y es que una correcta rutina facial además de belleza es salud para nuestra piel. Por todo esto es normal que vivamos al margen de las últimas novedades en este terreno que nos puede parecer inhóspito -muchas veces por la confusión con los 'peelings', primos hermanos de la exfoliación- pero que nos ofrece unas posibilidades infinitas y con resultados, creednos, sorprendentes.
La exfoliación, de forma muy básica pero certera, es eliminar las células muertas que con el paso de los días se van acumulando en la primera capa de nuestra piel apagándola, asfixiándola y dándole eso color cetrino que odiamos con todas nuestras fuerzas. Simplemente exfoliando la piel del rostro una vez por semana (y hasta tres si tienes la piel muy grasa) conseguiremos una piel más suave, lisa, con los poros cerrados y con ese aspecto natural y bonito que tus amigas te notan y que tú agradeces.
Un mundo que se renueva, y de qué manera. Además de los tratamientos más profundos que pueden realizarse en cabina, los productos más usados para exfoliarse en casa el rostro, como uno de los pasos de nuestra rutina facial, suelen ser los de crema con grano, más o menos grueso, según nuestras necesidades y tipo de piel. Pero, ¿qué nos decís del exfoliante en polvo? Sí, como lo oís.
El exfoliante en polvo se ha mantenido en un plano discreto, consciente de que el día en el que sería descubierto lo iba a petar y su momento ha llegado. Es normal que al ser una textura en polvo genere dudas sobre el 'arrastre' mecánico de la suciedad en la piel, pero aquí es dónde debemos dejarnos llevar y confiar en la magia de la cosmética.
¿Qué es el exfoliante en polvo y cómo se utiliza?
El exfoliante en polvo es como su palabra indica un polvo que combina diferentes activos y polvos minerales para hacer su función y que combinados hacen magia: cuidar la piel, renovarla con ese efecto detox, suavizarla y hasta 'corregir' las líneas de expresión e igualar su color.
Es como un peeling enzimático que además de quitar las impurezas deja la piel perfecta y preparada para el uso de cosméticos y que estos sean 100% efectivos llegando hasta las capas más profundas. Ten siempre presente: da igual que te compres la crema más buena y cara del mercado, si no preparas la piel de la forma adecuada no conseguirá penetrar y hacer su función, y ahí está la importancia de una correcta limpieza y, por supuesto, de la exfoliación.
Al aplicarle agua se crea como una crema de base acuosa súper fina y agradable que se aplica por todo el rostro insistiendo en las zonas más problemáticas y de mayor acumulación (frente, barbilla, nariz…), se deja actuar y se retira con agua para luego poner el tratamiento habitual de serum, crema hidratante, etc, etc…
Es mucho más sencillo de usar que el mecánico que teníamos que trabajar para que el grano tuviera sus efectos. El exfoliante en polvo hace su trabajo solito y al retirarlo se lleva todo 'lo malo' sin necesidad de arrastrar el grano (y con él la suciedad de nuestros poros, el sebo y las células muertas), y por tanto también es más agresivo con la piel. Por ello esta exfoliación es una de las más recomendadas para pieles sensibles.
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Las buenas noticias llegan desde las firmas de cosmética que se están poniendo las pilas y cada vez son más los exfoliantes en polvo que podemos encontrar como el de Galenic o Dermalogica. Potente pero respetuoso, qué más se puede pedir, ¿probamos?
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