En la “semana del amor” hemos decidido traspasar las fronteras y traer este sentimiento a nuestro apartado de nutrición. Y es que dicen que no hay amor más sincero que el amor a la comida, así que toma nota de estos alimentos que combinados nutren más que “divorciados”. ¡Te sorprenderás!
Espinacas + aceite de oliva: más vitamina A
Las espinacas son un alimento rico en betacarotenos, que se transforman en vitamina A en el intestino delgado. El aceite contiene ácidos grasos monoinsaturados. Si los unes, por ejemplo aliñando una ensalada de espinacas con aceite, los ácidos del aceite hacen que tu intestino absorba mejor la vitamina A de las espinacas.
Es importante porque… La vitamina A fortalece tu sistema inmunitario, protegiéndote de las infecciones, enfermedades de la piel, del cáncer o del colesterol “malo”.
Aguacate + tomate: previenen el cáncer
Si te gusta el guacamole, estás de suerte porque así tomas estos alimentos aún más juntos. Si ya se sabía que el licopeno de los tomates ayudaba a reducir el riesgo de cáncer, ahora se sabe que junto a la luteína del aguacate este efecto se potencia.
La pareja ideal. Según el Instituto Americano de Investigación del Cáncer en Washington (EE. UU.), la luteína disminuye el crecimiento de las células del cáncer de próstata en un 25%, mientras que el licopeno lo hace en un 20%. Al combinarlos, se reduce en un 32%.
Té verde + limón: menos riesgo de cáncer
Diversos estudios han demostrado las propiedades anticancerígenas del té verde. Estas se deben a sus componentes antioxidantes, como por ejemplo los polifenoles y las catequinas. Además, se ha comprobado que de entre estas catequinas, una de las más efectivas es la epigalocatequina o ECG.
Una combinación ganadora. Agregar unas gotas de jugo de limón a una taza de té verde ayuda a que el organismo absorba nada menos que hasta cinco veces más de las catequinas que el cuerpo asimilaría si no se añadiera el zumo de este cítrico. La epigalocatequina actúa combatiendo los radicales libres y protegiendo el ADN de nuestras células. Además, ayuda a inhibir la proliferación celular cuando se produce un tumor.
Pimientos rojos + alubias: combinación antianemia
Las alubias son muy ricas en hierro, pero… es un tipo de hierro, llamado no hemo, que no se absorbe bien. Y encima también contienen fitatos, unas sustancias que dificultan aún más la absorción de este hierro.
El rojo está de moda. Pero todas estas dificultades desaparecen cuando combinamos alubias y pimientos rojos crudos. Y es que gracias a la vitamina C del pimiento, el hierro no hemo de las alubias se transforma en hierro hemo, que el cuerpo sí asimila.
Romero + carne: plato más saludable
¿Sabes que algo tan inocente como hacer una barbacoa puede dañar tu salud? El motivo son las altísimas temperaturas que alcanza la superficie de la carne, que pueden dejar trocitos carbonizados en los que se forman unos compuestos muy tóxicos, las aminas heterocíclicas. Está demostrado que aumentan el riesgo de cáncer.
Tendrás una carne más sabrosa. Una forma de prevenirlo, según un estudio publicado en The Journal of Food Science, es untar la superficie de la carne con romero. Su contenido en antioxidantes como el ácido rosmarínico, el carnosol y el ácido carnósico puede prevenir que se formen aminas. Si además le añades ajo, cebolla y zumo de limón, potenciarás la acción protectora del romero.
Chocolate negro + manzana: amigos de tu corazón
Un estudio de la Universidad de Luisiana (EE. UU.) ha visto que el chocolate genera componentes antiinflamatorios que pasan a la sangre y ejercen un papel protector del corazón.
Amor a primera vista. La fiesta se anima si, además, el chocolate negro se acompaña de manzana. Al tomar esta fruta se reducen los niveles de dos marcadores de inflamación, también ligados a enfermedades cardiovasculares.
Sardinas + queso en tus ensaladas: huesos más fuertes
El calcio del queso es importante para nuestros huesos y, para que nuestro cuerpo lo absorba, necesitamos vitamina D. La mejor fuente de esta vitamina es el sol, pero también la podemos obtener de alimentos como el pescado azul. Además, la vitamina D es soluble en aceite, lo que significa que se necesita comer grasa para asimilarla.
Tómalas en lata. Por ello, las sardinas en aceite son ideales, ya que 50 g contienen 250 UI de esta vitamina, lo que corresponde al 70% de la cantidad diaria recomendada. Si no te convence esta unión, puedes cambiar las sardinas por atún, aunque este tiene menos vitamina D. Exactamente solo el 50% de la cantidad diaria recomendada por 50 g. Descubre nuestra receta de ensalada de sardinas.
Leche + miel: para dormir mejor
Este remedio de las abuelas ha demostrado ser realmente efectivo para conciliar el sueño. Esto es debido a que la leche es rica en triptófano, un aminoácido esencial que nuestro cuerpo no puede producir y que obtiene a través de los alimentos. El triptófano se transforma en serotonina y esta en melatonina, la hormona que regula el sueño.
El endulzante importa. Algunos estudios demuestran que si la endulzas con miel aumenta el efecto calmante. Si te cuesta conciliar el sueño, no te pierdas nuestros 30 trucos para dormir como un bebé.
